jueves, 6 de noviembre de 2014

¿Hipersensible yo?

Más allá del retraimiento y la aparente timidez, las personas altamente sensibles tienen capacidades extraordinarias para entender el mundo, para conectarse con las emociones de los demás y para defender los valores positivos de la humanidad. Conoce qué caracteriza a estas personas y cómo sacarle provecho a estos atributos.


La sociedad actual aplaude de pie a las personas contundentes, que convencen y se posicionan, dejando de lado a aquellas que son más reservadas. Tachadas de tímidas, retraídas e inhibidas, las personas que prefieren tomarse las cosas con calma esconden un secreto que algunos investigadores están tratando de develar.


Una de las investigadoras que se ha enfocado en el tema de las diferencias entre las personas extrovertidas e introvertidas, Susan Caine, autora del libro “El poder de los introvertidos en un mundo incapaz de callarse”, explica que la personalidad introvertida valora mucho la soledad, disfruta de su profunda vida interior y prefiere los ambientes calmados y predecibles. A diferencia de los extrovertidos, quienes buscan constantemente estimulación externa, la energía de los introvertidos está dentro de ellos, por eso, la sobre-estimulación puede causar un terrible malestar en ellos.


Pero la dimensión introvertido/extrovertido de alguien parece ser, según otros estudios, la punta del “iceberg”; puede ser, de hecho, el indicativo de una estructura de personalidad aún más compleja: la persona altamente sensible (PAS).


La doctora Elain Aron, psicóloga estadounidense, presenta en su libro “El don de la sensibilidad” la cosecha de casi 30 años de investigación sobre las personas que viven con esta condición (20% de la población mundial), y explica que se trata de una tendencia innata a procesar más profundamente la información que llega al organismo por las diferentes vías perceptivas. Una persona de sensibilidad moderada, que se expone a un medio ambiente desconocido, puede comenzar a interactuar en él e ir descubriendo los detalles a medida que se va adaptando. Una PAS, en cambio, es capaz de atrapar múltiples elementos del ambiente, tanto físicos como inmateriales, que deben ser organizados, analizados y evaluados, antes de aproximarse a ellos y tomar una acción al respecto, incluida la decisión de interactuar.


Es importante destacar que la hipersensibilidad no es una patología, es una forma de percibir el mundo y, si bien puede presentar retos y dificultades, también ofrece la posibilidad de aportar a la comunidad elementos que son fácilmente ignorados por la mayoría, pero que podrían ayudar a construir una mejor sociedad.




Agradecemos a Jiancarlos Bustillos

Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp

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