Aunque la diabetes sea una mancha indeleble en nuestro historial médico, las consecuencias que se generan a partir de ésta pueden ser temibles y sin retorno si no existe un cuidado apropiado. Además, debe tenerse en cuenta que muchas están asociadas a problemas con la irrigación sanguínea.
Enfermedad cerebrovascular: el daño a los vasos del cerebro aunado al factor obesidad hacen que padecer de enfermedad vascular en el cerebro sea una posibilidad aún mayor en los diabéticos. Los accidentes cerebrovasculares (mejor conocidos como ACV) ocurren porque las arterias pierden la habilidad de transportar sangre a esta parte del cuerpo y no existe una correcta oxigenación del cerebro.
Retinopatía diabética: el daño ocurre en los vasos sanguíneos de la retina, la cual es la encargada de transformar la luz que entra a los ojos en impulsos nerviosos que se envían al cerebro. Sin el flujo de sangre y sin tratamiento puede desembocar en glaucoma y ceguera permanente.
Salud bucodental – gingivitis: debido a la reducción del flujo sanguíneo, las encías y el hueso adyacente se debilitan. Además, la saliva se carga con una mayor cantidad de glucosa que incrementa el nivel de placa y esto genera inflamación en las encías, conocida como gingivitis.
Enfermedad coronaria cardiaca: ocupa la primera causa de muerte en el paciente diabético. Cuando existen problemas de circulación el colesterol se acumula, formando inflamaciones y obstrucciones en las arterias, de allí que se presenten los eventos coronarios.
Neuropatía diabética: implica una degeneración de los nervios del cuerpo, los que hacen que una persona perciba situaciones que le generen dolor, fundamental para que el organismo esté atento a los peligros que corre. Este problema se produce debido a que los altos niveles de azúcar en la sangre afectan la recepción y la producción de impulsos nerviosos.
Enfermedad vascular periférica: una mayor cantidad de grasas en el torrente sanguíneo, la resistencia a la insulina y el aumento de la presión arterial contribuyen a que las arterias alejadas del corazón se obstruyan a largo plazo, y al haber ausencia de irrigación los tejidos mueren. Sin tratamiento, esto llevaría a la amputación.
Pie diabético: los pacientes con diabetes tienen más probabilidades de producir úlceras, que son pequeñas llagas abiertas que se forman en el pie debido a varias causas: sobrepeso y mala circulación por nombrar un par. Si no se tratan rápidamente pueden infectarse gravemente hasta convertirse en el llamado “pie diabético”. La solución muchas veces es la amputación del pie para evitar que se extienda y toque amputar un área mayor.
Agradecemos a Jiancarlos Bustillos
Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp






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