Soja: en la cocina nipona, la soja es un ingrediente fundamental y polifacético. Se puede conseguir en presentaciones como tofu u hojas. La salsa de soja, compañera del sushi, aporta hierro, magnesio y potasio pero hay que tener cuidado pues está compuesta en gran parte de sodio. El “edemame”, una opción cada vez más presente en las cartas, es la versión en granos de la soja. Los cuales se sirven hervidos y son ricos en hidratos de carbono, proteínas, fibra y micronutrientes.
Jengibre: se sirve como acompañante cortado en finas láminas, funciona como antiséptico natural, ayuda a la digestión y fortalece el sistema inmunológico.
Nori: láminas de algas secas. Son un alimento libre de grasa que contiene yodo y vitaminas A y B.
Wakame: alga que se sirve normalmente con ajonjolí. Proporciona vitaminas A, B1, B2 y C. También contiene potasio, sodio, calcio, fósforo y magnesio.
Wasabi: es la raíz del rábano verde picante, presentado en forma de pasta, utilizado para realzar el sabor del sushi. Es rico en vitamina A y favorece la digestión.
Agradecemos a Jiancarlos Bustillos
Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp
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