Vale acotar que no en todos los casos se puede eludir la cirugía, y siempre la mejor opción será confiar en la opinión del médico especialista. Para estos casos, en los que la operación resulta necesaria, los pacientes deben seguir ciertas recomendaciones generales los días previos al procedimiento quirúrgico.
Lo primero a tomar en cuenta son los exámenes preliminares. El paciente debe hacerse un perfil 20 de laboratorio (examen de sangre), para conocer el grupo sanguíneo y el factor Rh -en caso de que se necesite una transfusión-, además de estar al tanto del tiempo de sangrado y coagulación. También es necesario realizar un Rx de tórax, una evaluación cardiovascular y una prueba pre-anestésica que mide cómo reacciona el paciente ante este medicamento adormecedor. Y, por supuesto, están los exámenes especiales según cada patología: tomografías, marcadores tumorales, mamografías, ecos, perfiles de hormonas, etcétera.
Cuando la etapa administrativa ha terminado, viene la preparación física. El Cirujano General y Oncólogo, Ignazio Taronna, dice que todo paciente que va a someterse a una cirugía “debe tener un ayuno de por lo menos ocho a 10 horas, tomarse sus medicamentos para la tensión o diabetes y conciliar un sueño reparador el día anterior”. También se debe tener en cuenta que para cada cirugía existen recomendaciones particulares: por ejemplo, si la operación es del colon, es preferible que entre cinco y siete días antes de la operación se mantenga una dieta baja en residuos y alta en fibra como consejo nutricional, y que 24 horas antes se tome fosfosoda, una sustancia para limpiar el colon, enfatiza Taronna.
Temores comunes
Las cirugías presuponen un miedo en cualquier paciente, pues se trata de un verdadero cambio en el cuerpo, a veces para aliviar alguna dolencia y otras veces para mejorar la apariencia o reconstruir alguna característica notable en la superficie. Afortunadamente, con las innovaciones en tecnología cada vez existe menos dolor y las operaciones resultan menos invasivas.
El doctor Taronna explica que los temores comunes de los pacientes suelen organizarse en dos grupos: los relacionados a la anestesia y los referentes a la cirugía. En el primero se incluyen preocupaciones sobre el tipo de anestesia a utilizarse, si es general o raquídea (en la espalda) y de su aplicación. El especialista comenta que hay cirugías del aparato digestivo, cabeza, cuello y mamas que ameritan anestesia general, en cambio en cesáreas, prolapsos o histerectomías la anestesia puede ser raquídea.
En el segundo grupo de inquietudes quedan las inherentes al dolor post-operatorio en las cirugías mayores (laparotomía o toracotomía, operaciones a través del abdomen o tórax) y también aquellas que tienen que ver con las cicatrices post-operatorias.
¿Sabías que…?
La mayoría de las cirugías que se practican en el mundo no son emergencias, sino que se catalogan como electivas. Contando que solo en Estados Unidos se realizan más de 15 millones de operaciones al año, la recomendación es aprender sobre la operación y considerar todos los riesgos y opciones posibles antes de entrar al quirófano.
Agradecemos a Jiancarlos Bustillos
Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp
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