miércoles, 27 de agosto de 2014

La práctica hace al maestro

Antes de dar la materia “inteligencia sexual” por vista, es conveniente saber que la dupla de profesores e investigadores no solo plantea que esta facultad puede ser medida y cuantificada, sino que también puede potenciarse y perfeccionarse. De modo que todavía hay esperanza de conseguir un sobresaliente, siempre que sigamos las siguientes recomendaciones:


- El sexo y la información son poder. En pleno 2014 muchos temas todavía son considerados tabú, por eso es importante deslastrarse de los convencionalismos, estigmas y falsos estereotipos promovidos por la religión, familia, medios de comunicación e, incluso películas pornográficas. Hay que documentarse veraz y responsablemente para desmontar los mitos que nos llevan a la frustración, como por ejemplo que la masturbación es pecaminosa o que todos tienen más y mejores relaciones que nosotros. En ese sentido el venezolano Lorenzo Campins, ‘coach’ y autor de un libro sobre el tema, apunta que mucho de lo que nos han inculcado se traduce en limitaciones que impiden nuestra plenitud y que es una sabia medida reivindicar esta expresión como un aspecto legítimo de la experiencia humana.


- El autoconocimiento, que no es lo mismo que la autoexploración pero tampoco es excluyente, es otro punto álgido. Debemos asumirnos como los únicos gestores de nuestro placer y no creer que es obligación de alguien más descubrir lo que nos excita y lo que no. Es tarea pendiente saber lo que nos gustaría experimentar, cuáles son nuestras fantasías y deseos más ocultos. Parte en aceptar y disfrutar la desnudez. Por último, es recomendable identificar la verdadera razón detrás de las ganas, porque no siempre es la misma. A veces es una decisión visceral empujada por lujuria, otras porque buscamos de alguna manera relacionarnos y sentir intimidad o experimentar otras emociones, o finalmente porque pretendemos sustituir una carencia con otra, como por ejemplo falta de autoestima, seguridad, amor e incluso para experimentar poder.


- Por último, darle un buen uso a la fijación oral. Las relaciones sexuales son cosa de dos o más, por tanto comunicarnos es menester. Hay que abrirse a los demás y dejar a un lado las inhibiciones, antes de acostarnos con alguien deberíamos haber dominado otras habilidades sociales o interpersonales, que incluyen por ejemplo la capacidad de hablar sobre lo que cada uno espera en la cama y fuera de ella.




Agradecemos a Jiancarlos Bustillos

Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ;)

ba