Desde los primeros años de edad, los lunares son de común aparición en la piel pero, especialmente en la edad adulta, las personas que tengan lunares deben estar atentos a los cambios en estas pintas de la piel y evitar a tiempo el desarrollo de melanoma. Estas son las principales señales de que un lunar puede convertirse o ser cancerígeno:
- La forma irregular del lunar es una señal a simple vista. La mayoría de los lunares no peligrosos son redondos. es importante observar si ambas mitades del lunar son iguales.
- Los bordes no están bien definidos o delimitados, en contraste con el resto de la piel.
- Si el lunar tiene más de un color (café, negro o rojo), hay que consultar con un dermatólogo.
- Un lunar que crece progresivamente y mide más de un centímetro de diámetro, es de riesgo.
- Un lunar maligno pica, duele, se irrita, tiene lesiones sobre él y se puede inflamar.
- La herencia influye. Si en la familia hay antecedentes de cáncer de piel, se debe tener atención sobre los lunares.
- Hay que prestar atención si alguna parte del lunar se está levantando o develando ampollas.
Agradecemos a Jiancarlos Bustillos
Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp
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