Sara Mednick, psiquiatra de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, encabezó un estudio en el que se supervisó a un grupo de personas que tenía 90 minutos para descansar durante el día. Antes y después de la siesta se les realizaron una variedad de preguntas que permitieron corroborar que aquellos que pudieron alcanzar un sueño profundo tuvieron más capacidad de memoria, desarrollo creativo e ideas novedosas al momento de responder. De los sujetos evaluados, algunos simplemente descansaron sin llegar a dormirse y otros hicieron una pequeña siesta, sin embargo es solo con un sueño reparador que la persona puede llegar a mejorar su imaginación y aumentar su rendimiento intelectual hasta en 40%.
Agradecemos a Jiancarlos Bustillos
Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp
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