Aunque generalmente el método para practicar el sexo seguro sea el preservativo masculino, cada vez más las mujeres pueden contar con esta herramienta de cuidado para su anatomía. Si bien desde 1992 el condón para la mujer apareció en el mercado, el poco entendimiento sobre su uso ha hecho que su consumo no sea muy frecuentado. Sin embargo, recientemente la Universidad de Indiana ha adelantado trabajos para perfeccionar esta técnica de barrera y adaptarla mejor al cuerpo de la mujer, sin dejar a un lado la protección y seguridad que debe brindar.
El primer preservativo femenino se fabricó con un material sintético llamado poliuretano. Desde entonces, se ha mantenido un diseño que impide el contacto de los genitales masculinos directamente con la vagina, protegiendo contra la transmisión del virus del papiloma humano, VIH y evitando embarazos.
En la propuesta que desarrollan los investigadores, se pretende reformular el condón a una forma más “elíptica”, en lugar de circular, para que sea más fácil de colocar e incluso brinde mayor sensación. También se contempla que tendrá una “pista” de textura en la parte delantera, lo que haría más fácil aplicación en la oscuridad.
Con estos próximos adelantos se abre el abanico de opciones para disfrutar del placer con seguridad y salud.
Agradecemos a Jiancarlos Bustillos
Fuente: http://bit.ly/1gLAuWp
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