Aprender a estar sola contigo misma

Aprender a estar sola contigo misma

Así como es importante aprender a convivir, también es importante aprender a vivir sola. Esto supone plantear nuevos conceptos de soledad, sabiendo que esto puede implicar en tu vida una energía nueva, motivaciones desconocidas o, incluso, olvidadas. Nosotras te damos algunas razones para valorar el hecho de estar solas. 

Se trata de empezar ampliando horizontes, encontrando el placer, buscando algo que te apasione: pintura, senderismo, literatura, fotografía; opciones no faltan, es sólo reconocer esa fuerza, la pasión, que es como tu huella digital, sólo tuya. Se trata de buscar tu independencia sin miedo a la libertad. Darte tú lo que tú quieres. Búscate un amante, una actividad que te apasione, que te de placer, una actividad con la que seas tú quien se prodigue el bienestar, la alegría, el goce.

La soledad no debería ser vivida como un estar sola sino como un estar a solas contigo y con tu mundo interior. El concepto de soledad es algo que asusta, y es común que la gente te diga que es malo que estés sola, pero son los que no viven solos quienes suelen tener la visión más negativa de la soledad. No estamos hablando de la soledad como una obligación, hablamos de una opción más y, en particular, ya sea porque la has elegido o porque te ha tocado, hay que saber sacarle el lado positivo.

Disfrutar de la soledad tampoco implica desentenderte de tu entorno, no es encerrarte en tu soledad, es poder alternar unos tiempos y los otros y descubrir todo aquello que tal vez no sabías que podías hacer. Si has elegido o te ha tocado pasar por esta experiencia, búscate ese amante que te acompañe: pinta, escribe, lee, cocina, cuida plantas, ve a charlas, cursos, sumérgete en esas partes no vistas antes, no escuchadas antes, pero que formaron parte de tu vida y el ruido no te permitió encontrar.

Imágenes: Time, simplereminders

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